David Kippen escribe sobre el “Mito del Candidato Pasivo” en su blog en TMP.
El análisis final que hace sobre esta creciente práctica desvela que hay un problema de fondo:
The unfortunate, ugly truth behind the myth of the passive candidate is this: job boards, e-recruitment, relational databases have unleashed such a flood of talent that the quest for passive candidates is just easier than helping clients deal with the mess the industry’s created.
El mercado que valora lo barato a cualquier precio (aunque luego lamentemos que se lleven plantas de producción a otros países) y la búsqueda de éxitos cortoplacistas ha llevado a una respuesta de la industria en la misma linea: es más efectiva (y barata) la búsqueda del candidato pasivo que una labor de jardinero para hacer crecer a los trabajadores que ya están en la Compañía.
También estoy de acuerdo en que el equilibrio de fuerzas al entrevistar a un candidato pasivo o a uno “activo” es completamente distinto:
- las negociaciones empiezan en un punto diferente
- la fuerza de negociación la tiene el candidato
- como consecuencia, lo que finalmente consiguen las partes probablemente nunca será lo mismo.
No todo podía ser tan fácil para el que busca el camino más corto.