Sentarse y mirar

Hace algunos años una fiebre asoló el mercado de los recursos humanos. Se llamaba Second Life y muchas empresas quemaron sus presupuestos de marketing creando sedes virtuales con la intención de encontrarse con candidatos y realizar entrevistas. Había que estar. Ya entonces me sorprendió y me preguntaba porqué la gente reclutaba en Second Life y no en World or Warcraft. A día de hoy, creo que ninguna de esas sedes sigue habitada (crecen las malas hierbas o se acumula el polvo en Second Life?)

Alguien podría conseguir pantallazos de esas fastuosas lozalizaciones?

Es fácil, con el tiempo y la perspectiva, decir si eso fue un éxito o no… o si marcó alguna tendencia o no. Ahora, igual que entonces, me costaba encontrarle algún sentido más allá que el de aprovechar el subidón mediático para generar negocio. Era esa la mejor manera de usar esa herramienta?

Lo mismo me pasa ahora con algunas de las cosas que se comentan sobre las redes sociales. Escuchas a los flautistas de Hamelín como han ido moderando su discurso con el tiempo. Ves como las cosas se van poniendo en su sitio. Del uso que unos y otros le dan (la típica curva de adopción de la tecnología de Rogers), etc.

Algunos me preguntan qué opino sobre las redes sociales, de si son una amenaza para los portales de empleo, del posicionamiento de un portal de empleo ante el fenómeno, etc. Puedo teorizar sobre si lo son o no y hacer de gurú explicando que han provocado una revolución muy grande… igual como lo hizo internet o los portales de empleo 1.0 con los periódicos.

Las redes sociales tienen una parte de éxito y otra de fiasco en lo que a reclutamiento se refiere. Éxito porqué han creado un lugar donde se congregan usuarios (la base de la publicidad) y al que es incluso gratuito acercarse.  Lo ofrecían los periódicos los domingos al ser un punto de encuentro habitual los fines de semana. Lo ofrecieron después los portales de empleo, solventando algunos de los problemas que ofrecía la gestión de los procesos de selección en los periódicos: inmediatez, mejores precios, eliminación de intermediarios, herramientas básicas de filtrado y alcance superior. Fracaso porqué una vez ha pasado el boom (aquí aún no, pero se nos acerca por USA o Reino Unido), las empresas se dan cuenta que el rey va desnudo: que el ROI es muy difícil de justificar, que no llegan a los principales perfiles que buscan, que el proceso es lento si se quiere hacer bien, que en la mayoría de casos el pool de candidatos sobre los que escoger es demasiado escaso, que no hay herramientas que permitan hacerlo correctamente, que el día a día se les come y un largo etcétera. En algunos casos, las empresas, por ceñirse a la moda de lo 2.0, se olvidan de algunas razones por las que los periódicos perdieron fuelle.

Con todo esto no digo que no sirvan. Claro que sirven! Incluso lo recomiendo a aquellas empresas que me lo preguntan (igual que lo hacía hace años cuando los clientes me decían que otros portales les ofrecían mejores precios): hay que probarlo! Cada empresa es un mundo y cada proceso es de su padre y de su madre. Hay que probarlo para saber si funciona o no y determinar en qué perfiles funciona y en cuales no. Pero las pruebas hay que hacerlas con gaseosa. Si funciona, haz números y decide tú mismo como organizas tu cartera de proveedores.

Cuando me preguntan acerca del impacto de estas herramientas sobre los portales de empleo respondo que el factor verdaderamente multiplicador y que puede cambiar el mercado no está en estas cosas. Si colocas una sillita, te sientas y miras un rato… te das cuenta de elementos que no son aparentes… son incluso difíciles de ver, pero que agrupados de aquí y de allí son los realmente revolucionarios. Algunos portales hacen aproximaciones: semántica, inteligencia artificial, cosas sociales, hacer pública su base de datos… hm. A mi modo de verlo, no es nada de esto pero tiene un poco de todo.

Lo que seguro que no lo resolverá es la inteligencia artificial en un portal sin candidatos. Tampoco lo hará la semántica en un portal sin ofertas.

Que no nos pase como a los periódicos! Aprendamos de lo que ya pasó. El verdadero peligro es para aquellos portales de empleo que no despierten a tiempo o no han visto aún por donde les llega el tsunami. Es emocionante estar en el transatlántico que empieza a girar fírmemente hacia una determinada dirección.