Es sólo una cuestión de educación

Intento ser una persona educada. Por la mañana saludo a la persona que se sienta en la portería, a la gente que espera el ascensor (mejor lo dejo en singular, porqué el otro ascensor a veces no asciende), a la gente que sale del ascensor en la planta baja, a la gente de la oficina conforme van llegando, etc. También procuro ser agradecido con las personas que hacen algo por mi. Lo soy con la gente que me ha enseñado algo (fuera o no su obligación), la que me ayuda, etc, etc, etc.

Ya lo dije hace tiempo: alegrar el día es gratis. (Por cierto: hola, Gemma).

Esta mañana, por ejemplo, me he topado con una persona maleducada. No ha saludado al portero, ni a mi al saludarle yo, ni al salir él del ascensor antes que yo. BUENOS DÍAS!

Me ha hecho pensar en un símil que hacía Keith Robinson sobre el trato a los candidatos.

Qué pasaría con un Directivo de Marketing que comentara en una reunión que durante meses no ha dado respuesta a ninguno de los mensajes de propuestas de colaboración que ha recibido su departamento?

Probablemente le echarían.

En bastantes Depatamentos de Recursos Humanos se puede ser maleducado, mostrar públicamente desidia por el desarrollo del negocio y seguir orgulloso en tu puesto.