Cuando los problemas son culturales y no tecnológicos

Este mediodía he recibido un mail con este artículo. Conozco al autor y me ha pedido mantenerse en el anonimato. Me ha gustado lo que ha escrito y he querido añadirlo al blog. Aquí va:

Queremos resolver nuestros problemas empresariales con inversiones millonarias en sistemas. Pensamos que haciendo frente a estas inversiones nuestras organizaciones mutaran convirtiéndose en algo mejor. Siendo invencibles y pensando en que nuestros beneficios serán vitalicios. Ya nunca más volveremos a sufrir momentos de crisis. El “Rey Sistemas” corregirá todos nuestros procesos y los alineara para ser mas operativos y productivos. Por fin, un momento de paz. Ya no sufriremos en los consejos de administración a la hora de responder por nuestras organizaciones. Ni sabremos lo que significa no cumplir con nuestros objetivos globales.

¿Es cierto esto? ¿De verdad ocurre así?

Que vaya por delante que las inversiones en tecnología son necesarias y nos acercan cada día a ser más competitivos y en muchos casos, mejoran notablemente nuestra productividad. Pero ojo !! no hacen milagros. Ni curan cosas para las que no están preparadas. Lo mismo que un scanner en el aeropuerto no pita a la hora de pasar una bufanda de lana tampoco corrige la tecnología los malos comportamientos ó hábitos de las personas ni las hace más fuertes y competentes.

¿Que ocurre cuando los problemas de una organización son culturales? Cuando se trata de personas ¿Podemos ofrecer soluciones tecnológicas a problemas culturales? Evidentemente la respuesta es NO. Es como si quisiésemos unir el agua y el aceite. Todos sabemos que una no quiere saber nada de la otra. No son compatibles. Existe un cementerio lleno de empresas que malgastaron sus arcas pensando que su problema era tecnológico cuando era de personas.

¿Por que los lideres de las compañías no abordan correctamente este problema? A estas alturas de mi vida profesional no me queda otra respuesta que dar mas que esta; NO SABEN COMO HACERLO. Algunos lideres ni siquiera lo detectan y otros, sí pero como no saben abordarlo hacen cambios organizacionales para ocultar esa carencia a sus jefes haciendo el problema cada vez mayor. No me cabe ninguna duda de que este problema empresarial es mas de los jefes y sus dirigentes y no tanto de los trabajadores. Es un problema de liderazgo, de falta de visión, de falta de sensibilidad, de abandonar por un momento el yo para sentir el nosotros. A veces este colectivo esta tan castigado que es normal que las empresas no levanten cabeza y estén en pérdidas o no lleguen nunca a sus objetivos. Las empresas valen lo que valen sus personas y todavía no nos hemos dado cuenta. Hay compañías que predican que su mayor activo son las personas. Probablemente su fundador dejo con en esta frase su mejor herencia pero las personas que hoy gobiernan su negocio no actúan con ese principio y por eso, tenemos los problemas que tenemos.

Esto no es otra cosa que una invitación a la reflexión sobre un problema cada vez mas notable y con escasos recursos (por lo lideres actuales) para curarlo.