Esta mañana he tenido una reunión con un antiguo cliente del sector Bancario con el que llevo varios años hablando. En un momento de la reunión, me ha comentado que a él le encantaría publicar una oferta de este estilo:

Vibras con tu equipo de fútbol? Te gusta leer un libro? Disfrutas paseando con tu hijo por el parque? Con nosotros seguirás haciendo esto en tus ratos libres.

O incluso algo así para una Secretaria de Dirección:

No deberás acordarte del cumpleaños de mi esposa. 

Era hablar por hablar, pero lo importante es el uso de frases humanas para reclutar a personas y desviarse de los clásicos “Se busca blah, blah, blah. Se ofrece, blah, blah, blah”. 

Reinventarse es la palabra. En un mercado competido, o se intentan nuevas fórmulas o se obtendrán los mismos resultados.

Comentando esto con David Capdevila, añadía que, además de transmitir una actitud y un “algo” al candidato, se le deben detallar los aspectos técnicos de la oferta. Es decir, vender la oferta está muy bien, pero el candidato quiere saber qué deberan hacer, cuanto se les va a pagar, etc.

Desafortunadamente, veo pocas ofertas en las que se toque el lado humano. En igualdad de condiciones yo me quedo (sin lugar a dudas) con una oferta en la que me transmitan unos valores. Eso es un intangible y no me servirá para pagar la hipoteca… pero es un salario emocional que para todo candidato es importante.