Querer cambiar el mundo

Como decía Gandhi, we need to be the change we wish to see in the world.

Hace algunos días recordé una cena que hicimos en mi casa a la que acudieron viejos y viejísimos amigos. Mientras la preparábamos, estábamos charlando en la cocina. Una de las invitadas me explicaba su situación en la empresa en la que trabajaba en aquel entonces. Estaban habiendo muchos cambios, mucha gente nueva estaba incorporándose a la Compañía y veía como aquello que ella sentía por su Compañía se estaba diluyendo. A ella le resultaba difícil comulgar con algunos aspectos y sufría por el impacto que la situación podía tener sobre su equipo.

Le dije que, en el fondo, la Compañía no era más que lo que las personas querían que fuera. Le propuse que recordara lo que la Compañía había significado para ella y que impregnara todo aquello que ella hiciera con ese sentimiento… que se convirtiera ella en profeta de todo aquello que ella creía.

Hace poco, otra chica que trabaja en una Compañía muy pequeña, me dijo algo parecido: a mi me gustaría estar orgullosa de trabajar donde trabajo; que sólo con decir el nombre de la empresa ya se estuvieran transmitiendo unos valores, un algo…

Le propuse la misma solución, que ella fuera el motor de ese sentimiento. A ver si lo consigue!

En los últimos meses he tenido que provocar muchos cambios. He tenido que romper algunas cosas y he tenido que intentar no romper otras. Muchas veces he recordado estas palabras:

Cuando era joven, quería cambiar el mundo. Descubrí que era difícil cambiar el mundo, por lo que intenté cambiar mi país. Cuando me di cuenta que no podía cambiar mi país, empecé a concentrarme en mi pueblo. No pude cambiar mi pueblo y ya de adulto, intenté cambiar mi familia. Ahora, de viejo, me doy cuenta que lo único que puedo cambiar es a mi mismo y de pronto me di cuenta que si hace mucho tiempo me hubiera cambiado a mi mismo, podría haber tenido un impacto en mi familia. Mi familia y yo podríamos haber tenido un impacto en nuestro pueblo. Su impacto podría haber cambiando nuestro país y así podría haber cambiado el mundo.

(Gracias, Ingrid, hacía mucho que lo buscaba).

Pues yo, que tengo que generar un montón de cambios, empiezo por algo tan simple como cortarme el pelo o quitándome la barba (Jaume se rapaba al cero, ya ves).

Y ahora vamos a cambiar las cosas.