El hombre y la máquina

Ayer por la noche estaba demasiado cansado como para escribir lo que me daba vueltas por la cabeza, pero por la cabeza me rondaban los pensamientos que me había provocado una sesión de formación en Barcelona ante 6 Técnicos de Selección y una comida informal con su Responsable en un restaurante cercano.

En estas ocasiones intento entablar una charla relativamente informal con los asistentes a estas charlas para entender la forma en que enfocan sus procesos de selección para explicarles como pienso que podrían optimizar sus procesos. Casi siempre es igual, pero intento verificarlo antes de empezar (siempre hay alguien que te sorprende).

En este caso, me explicaron que tienen decenas de clientes externos (en este caso, socios, puesto que donde hice la formación es una patronal). A pesar del volumen ingente de procesos que llevan a cabo, me sorprendió el toque personal que le daban a todo lo que hacían. Conocían las peculiaridades de cada uno de ellos y, además de cribar los CVs que les llegaban a las ofertas por los filtros que ponemos a su disposición (estudios, localidad, experiencia, etc), pensaban en las características de su socio para saber si los candidatos que pasaban las primeras cribas encajarían dentro de su estructura.

Ha coincidido que esta mañana he leído un artículo de Marca Propia que trata sobre lo mismo.

A pesar que las máquinas se intenten acercar a los hombres, siempre les falta el toque humano.