Esta semana ha sido casi monográfica de trabajar con la gente de negocio a descubrir los fundamentos de sus nuevos proyectos, encontrar las hipótesis sobre las que se sustentan (a nivel de negocio y a nivel más operativo) y pensar de qué forma podemos verificar si pisamos terreno sólido.
Testear o no testear no es la cuestión
Me llamó la atención un comentario ayer en una de las sesiones: “si a estos les funciona, a nosotros también. No hará falta que lo testeemos”. Mientras descubrimos el equilibrio entre el paroxismo del “pruebalotodo” y la chulería del “estoyalosé”, propuse no creernos que si Ferrari hacía coches rápidos podíamos extrapolar que si nosotros nos pusiéramos a hacerlos, los haríamos rápidos. El elemento a testear (y a veces sólo hace falta ponerle un poco de cordura y cuatro números) es si seríamos capaces de hacer coches. Lo más importante es tener muy claro qué estás buscando, saber para qué lo estás buscando y de ahí es muy fácil saber qué certezas sustentan tu planteamiento y qué hay que investigar (testear).
Dar un paso atrás para poder das dos pasos adelante
Me he encontrado en que en alguno de los proyectos nos cuesta mucho poder determinar qué acciones tomar. En todos los casos (hasta hoy) la razón es que los estudios previos son incompletos: o bien no está bien definido el mercado objetivo, o se ha pensado en la solución antes que en el problema. En definitiva, no está claro el objetivo. En estos casos ha funcionado ayudar a la persona de negocio a darse cuenta de las lagunas y ver juntos que, con esa información, las hipótesis quedarán claras y definir experimentos útiles es cuestión de imaginación.
PS: La semana pasada visité a la gente de Novagroup en Girona y Miquel Àngel me dedicó un buen rato. No hablamos de testear hipótesis pero sí del proceso completo de innovación. Genial. Vaya cracks. Novagroup son de los que creo que tienen el concepto/proceso de Innovación más claro. Gràcies :-)
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