Cuando lo estético choca con algo más urgente

Hace algunas semanas compré un par de muebles para la cocina: un armarito con puertas acristaladas y una estantería.  Quería sustituir otras dos estanterías metálicas muy chulas pero poco funcionales. Me costó encontrar el momento para empezar, pero un fin de semana sin muchos compromisos me puse manos a la obra. Descolgué  el primero y me puse a montar su sustituto. Fantástico. Hice agujeros nuevos de forma que al poner el armarito me tapara la mayoría de agujeros antiguos y colgué el nuevo mueble. Olé… pero me quedé sin tiempo y tuve que posponer la segunda parte. Puse cosas en los estantes del armario, limpié el polvo de los nuevos agujeros, tiré el embalaje y guardé el mueble que no había podido montar. Funcional!

Algunos días más tarde volví a tener tiempo para seguir con el proyecto. Quité la segunda estantería y monté la nueva. Fantástico. Hice los agujeros nuevos de forma que al colgarla me tapara el máximo de agujeros antiguos. Perfecto. Puse cosas sobre la estantería, limpié el polvo de los nuevos agujeros, tiré el embalaje y disfruté de la vista de los dos nuevos muebles mientras empezábamos a hacer la comida. Funcional!

Me faltaba quitar los tacos que no había podido ocultar con los nuevos muebles, tapar el agujero con masilla, lijarlo y pintar.

Pero algunas semanas después, los tacos siguen allí. Otros “proyectos” han sido priorizadas por delante del simple y méramente estético proceso de quitar los tacos: poner una lucecita debajo del armario, cambiar un halógeno que ha dejado de funcionar en el pasillo, cambiar la bombilla de la habitación, revisar el sistema de riego que hace un poco el loco, ir a comprar los regalos de navidad, practicar técnicas de acuarela, etc, etc.

Anteayer pensé que lo que me estaba pasado con los tacos. Procrastinación? Bueno, debe tener parte de eso… pero luego pensé en el vínculo entre mis tacos y User Experience. A veces las recomendaciones de UX quedan para una segunda fase. Primero hagamos algo que funciona y luego ya lo haremos bonito, dicen. Pero cuando funciona, no nos sale más a cuenta invertir horas de desarrollo en un nuevo producto que ponerle el lacito al primero? Eso no es procrastinación sinó ROI, no? (Bueno, lo de la acuarela es procrastinación, vale).

Sé que estoy mezclando cosas pero no quiero decir que los consejos de UX no aumenten el ROI! Lo estético importa: quien venga a casa no verá los muebles nuevos, verá los tacos en la pared! A mi propósito de 2013 le voy a poner un subapartado que diga: terminar BIEN las cosas. Decido que nada estará totalmente terminado (done/done) hasta que esté per-fec-ta-men-te terminado y no voy a empezar nada más hasta ese momento. Así las cosas, ayer arranqué los tacos, puse masilla y hoy lo lijaré. Luego buscaré la pintura.

Lectura recomendada: what happens to ux in a MVP.

PS: Veo que Seth Godin habla de lavabos limpios… otra visión del mismo problema.